07 diciembre, 2018

¿Es el Yoga Ciencia y Filosofía? Una revisión crítica (Parte I)

La ciencia y la filosofía exigen proposiciones universales, el conocimiento de las causas y principios y que las proposiciones se enlacen en relación de premisas y consecuencias. Si nos remitimos a las disciplinas y técnicas yóguicas, al margen de los contenidos doctrinales de los Yoga Su̅tras y nos centramos en el método práctico, cabría hacerse algunas consideraciones: ¿Buscamos proposiciones/conocimientos universales cuando practicamos o enseñamos? Si el Yoga es una ciencia, ¿qué clase de ciencia es? ¿Cuál es su objeto? ¿Hacen ciencia aquellos que dicen que es ciencia en su práctica y enseñanza de Yoga? ¿Hacen ciencia maestros como B. K. S. Iyengar?

Parecen unas preguntas extrañas para un adepto al Yoga, sin embargo, es frecuente leer que el Yoga es una ciencia y una filosofía. Debemos saber de qué estamos hablando si se afirman tales propuestas.

La diferencia entre opinión (doxa) y ciencia (episteme)

La palabras filosofía y ciencia (episteme) en Grecia eran prácticamente sinónimos. En este artículo vamos a referirnos a esta concepción originaria, sobre todo a la concepción aristotélica con una intención clara: la de aportar unas referencias originarias a la verdadera concepción de ambos términos, en oposición a la concepción moderna que se usa hoy. Desde esta posición podremos entender que nos referimos a ciencia y filosofía en un aspecto amplio y originario, y así ver si el Yoga es ciencia y filosofía, y qué clase de ciencia es.

La opinión es algo que sabemos de oídas y la episteme lo que sabes porque lo has comprobado de forma teorética o empírica. La opinión no sirve de mucho, no se considera saber. Por ello, la ciencia y la filosofía consistirían en transitar desde la doxa a la episteme.




Las ciencias de hoy se apoyan en la división del trabajo y la especialización. Esta división es despreciable para un filósofo ya que éste ha de comprobar por sí mismo todos los axiomas, las proposiciones, los enlaces entre proposiciones y las conclusiones que permiten construir la ciencia y la filosofía. En este sentido hay que advertir que en las ciencias actuales existe cierta opinión (doxa) ya que los científicos se apoyan en las opiniones de otros y nadie conoce ni comprueba, por sí mismo, toda una materia. Así, en las ciencias actuales, por mucho que se considere a la ciencia moderna como la nueva religión infalible, no hay una visión global: ¡La doxa es aceptable en las ciencias!

Tipos de proposiciones

Todo saber es expresable en una proposición. La lógica elemental nos dice que hay tres tipos de proposiciones:

Singulares

El predicado se dice de tantas cosas como dice el sujeto. Por ejemplo, “Todo hombre tiene un precio”.

Particulares

El predicado no se atribuye a tantas cosas como el sujeto sino sólo a algo en particular. Por ejemplo: “Sócrates tiene un precio”.

Universales

Aspiran a ser verdaderas en todo momento. Por ejemplo, “El agua está formada por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno”. Tanto las proposiciones singulares y particulares no pretenden ser verdad en todo momento y para todos los casos.

Primera tesis: Las ciencias y filosofía buscan las proposiciones universales. Las universales sintéticas (las que amplían el conocimiento) se dividen en dos tipos.

Proposiciones a posteriori
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Se conocen a través de la experiencia sensible, a través de la recopilación de datos y observaciones. De estas proposiciones observamos ciertas características:

1 - Nunca tengo certeza. Con la observación sensible no puedo tener certeza completa de no equivocarme. Puedo afirmar algo verdadero pero no con certeza. 
2 - Expresan un estado de cosas (un hecho, una parte de la realidad) que son contingentes.
3 - Expresan estados de cosas que no son algo plenamente comprensible. Si pregunto por el por qué no tiene sentido la pregunta.

Mostremos unos ejemplos. Una proposición particular: “El sol sale”. Si pregunto sobre el ¿por qué? de la salida del sol, la pregunta no tiene sentido. La respuesta es igual de ininteligible que la pregunta. Si pregunto, “¿por qué los materiales nobles no se mezclan?” Un alumno de química podría contestar: “Porque tienen ocho elementos en su última capa atómica”. Tal contestación, no me aporta inteligibilidad. Si sigo preguntando ¿Por qué?, las respuestas siguen siendo ininteligibles: “Porque pierden y ganan otros electrones”. Y así sucesivamente. En este tipo de proposiciones siempre existen constantes que dependen de otras.




Segunda tesis: Las proposiciones científicas son todas a posteriori.

Proposiciones a priori

1 - No se requieren repeticiones ni experiencias.
2 - Permiten certeza, con absoluta seguridad.
3 - Expresan un estado de cosas necesario.
4 - Son plenamente inteligibles.

Ejemplos de proposiciones a priori:

A – La línea recta es el plano más corto entre dos puntos.
B – Dos ángulos se dicen opuestos por el vértice cuando los lados de uno son semirrectas opuestas a los lados del otro.
C – 5 + 7 = 12

Las matemáticas cumplen los criterios de estas proposiciones. Serían verdaderas en todo mundo posible. Otro ejemplo no matemático sería la proposición: “La responsabilidad presupone libertad”. Parece que es verdadera y no la he descubierto con pruebas y experiencias. También parece necesaria e inteligible ya que tiene sentido preguntar el por qué. Otro ejemplo: “Algo verde no es rojo”.

Tercera tesis: La filosofía consta de preposiciones universales a priori.
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¿Cómo puedo conocer las proposiciones universales a priori (las verdades filosóficas)?

Existen dos métodos:

Directo o inmediato: A través de la intuición sensible o la intuición intelectual directa.

Indirecto o mediato: Son los argumentos a través de otras verdades que se adquieren por deducción o inferencia. En estos dos métodos hay un trayecto, son discursivos.
En la deducción es absolutamente imposible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa. En la inferencia es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa. En la inferencia, que se basa en la observación sensible, se extrae una conclusión mediante abstracción pero siempre es posible que en el futuro me decepcione, puesto que es una proposición a posteriori y no a priori (no es absolutamente necesaria).

Volvamos a nuestra pregunta inicial…

¿Es el Yoga ciencia y filosofía? Aplicación científica y epistemología del Yoga

Podemos analizarlo desde el punto de vista de la aplicación práctica del Yoga como método, es decir, si lo que promete el Yoga es aplicable en todos los hombres de forma universal. También podemos hacer un análisis de su epistemología, es decir, de la teoría de conocimiento en que se basa para adquirir sus premisas y verdades, con el fin de saber, en ambos casos, si es ciencia y filosofía. Con lo visto hasta ahora en este artículo, ¿crees que el Yoga es una ciencia y filosofía?