08 septiembre, 2021

El Yoga

por sri Swami Sivananda

Vivir en Dios, comulgar con Dios, es Yoga. La vida en Dios proporciona la dicha eterna. El Yoga te muestra el camino. El Yoga te une a Dios. El Yoga te hace inmortal.
El Yoga es la vida completa. Es un método que revisa todas las áreas de la personalidad humana. El Yoga es un sistema de educación integral, de educación no sólo del cuerpo y de la mente, o el intelecto, sino también del espíritu interior. El Yoga te muestra el método maravilloso de elevarte de la maldad a la bondad, de la bondad a la divinidad, y de ésta al esplendor divino y eterno. El Yoga es el arte de vivir rectamente. El yogui que ha aprendido este arte de vivir rectamente se siente feliz, armónico y pacífico. Está libre de toda tensión. El Yoga es una ciencia perfeccionada por los antiguos sabios de la India, aunque no pertenece únicamente a ésta, sino a la humanidad entera. Es una ciencia exacta. Es un sistema de autocultura perfecto y práctico.

 Un modo de vida:

El Yoga no pretende volver la espalda a la vida. Es la espiritualización de la vida. El Yoga es, ante todo, un modo de vida, no algo divorciado de ésta. El Yoga no consiste en dar de lado a la acción, sino en realizar ésta eficientemente con el espíritu adecuado. El Yoga no implica huir del propio hogar ni del ambiente humano, sino que es el proceso de amoldar la actitud propia al hogar y a la sociedad con una comprensión nueva.

 El Yoga es universal:

El Yoga está indicado para todos. Es universal. No se trata de algo sectario. Es un camino hacia Dios, pero no un credo. La práctica del Yoga no está reñida con ninguna religión ni con ninguna iglesia sagrada. Es puramente espiritual y universal. No contradice la fe sincera de nadie. El Yoga no es una religión, sino una ayuda para la práctica de las verdades espirituales básicas comunes a todas las religiones. El Yoga puede ser practicado por un cristiano o un budista, un musulmán, un sufí o un ateo. Ser un yogui significa morar en Dios constantemente y vivir en paz con los hombres. La unión con Dios es Yoga. Yoga es la unión con todos. Dios habita en todos.

El Yoga no es ejercicio físico:

La idea del novato de que el Yoga consiste en ejercicios físicos, o en meras asanas y Pranayama, etc., es un terrible error.
Las Yogasanas, el Pranayama, las Bandhas, los Mudras y los Kriyas no tienen nada que ver con el verdadero Yoga. Solamente se los considera como ayudas en la práctica yóguica.
Muchas personas no tienen acceso más que al aspecto físico del Yoga, pues el auténtico Yoga requiere una intensa disciplina personal, unida a un pensamiento intenso bajo la guía de un maestro capacitado. El Yoga promete una bendición suprafísica y espiritual. Pero no resulta atractivo para el hombre común, quien anhela frutos inmediatos y prosperidad mundana.

Requisitos para la vida yóguica:

La pureza moral y la aspiración espiritual son los primeros pasos en el camino del Yoga. Quien tiene una mente calmada, quien tiene fe en las palabras de su Guru y de las Shastras, o Escrituras, quien es moderado en el comer y en el dormir, y quien alberga un anhelo intenso por la liberación de la Samsara-Chakra (la rueda de nacimientos y muertes), es una persona cualificada para la práctica del Yoga. El aspirante en el camino del Yoga debe tener fe, energía, alegría, valor, paciencia, perseverancia, sinceridad, pureza, falta de depresión mental, desapasionamiento, aspiración, concentración, serenidad, autocontrol, veracidad, no debe tener violencia ni codicia. Una vida sencilla y austera es indispensable para el Yoga.
El fundamento del Yoga es el autocontrol. La disciplina es la esencia del Yoga, tanto la disciplina del cuerpo como de la mente. En la práctica del Yoga se produce una inversión de la actividad normalmente extravertida de la mente. La firmeza de la mente es esencial para esta inversión de la tendencia hacia el exterior del pensamiento. A menos que se aquiete primero la mente y sea controlada no resultará posible cambiar su curso en dirección opuesta.

Los cuatro caminos:

Los cuatro caminos principales hacia la realización de Dios son: Karma Yoga, Bhakti Yoga, Raya Yoga y JñanaYoga.
El Karma Yoga está indicado para la persona de temperamento activo, el Bhakti Yoga para la persona de temperamento devocional, el Raya Yoga para la persona de temperamento místico, y el Jñana Yoga para las personas de temperamento racional y filosófico. El Karma Yoga es el camino del servicio desinteresado. El Bhakti Yoga es el camino de la devoción exclusiva al Señor. El Raya Yoga es el camino del autocontrol. El Ñana yoga es el camino de la sabiduría. El Karma Yoga implica el ejercicio de la voluntad. El Jñana Yoga implica el ejercicio del intelecto y de la razón. El Bhakti Yoga implica el ejercicio de la emoción. La voluntad consagra todas sus actividades a través de una entrega completa al Señor. El intelecto realiza la gloria y majestad del Señor. La emoción experimenta la felicidad del éxtasis divino.
Las tres verdades eternas son: Jñana, Karma y Bhakti. Dios es amor, bondad y verdad. El devoto experimenta a Dios como amor. El Karma yogui lo experimenta como bondad, y el Jñana yogui lo experimenta como verdad. Unos afirman que el único medio hacia la salvación es la práctica del Karma Yoga. Algunos aseguran que la devoción al Señor es el único camino hacia la realización de Dios.
Otros creen que la senda de la sabiduría es el único camino hacia la beatitud final. Pero aún hay otros que consideran que estos tres caminos son a la vez igualmente eficaces para proporcionar la perfección y la liberación.

Contemplar al Señor único en todos los seres es Jñana, o sabiduría. Amar al Ser es Bhakti, o devoción. Servir al Ser es Karma, o acción. Cuando el Jñana yogui alcanza la sabiduría, logra a la vez la devoción y la actividad desinteresada. El Karma Yoga es para él la expresión espontánea de su naturaleza espiritual, puesto que contempla al Ser en todos. Cuando el devoto alcanza la perfección de la devoción, posee también la sabiduría y la actividad. El Karma Yoga es para él también la expresión espontánea de su naturaleza divina, ya que contempla al único Señor en todas las cosas. El Karma yogui alcanza la sabiduría y la devoción cuando sus acciones se vuelven absolutamente desinteresadas. Los tres caminos constituyen de hecho uno mismo, en el que estos tres temperamentos distintos enfatizan uno u otro de sus elementos constituyentes inseparables. El Yoga proporciona el método por el cual puede contemplarse, amarse y servirse al Ser.


Bīja mantra Om


Beneficios de la práctica del Yoga:

La vida está, hoy día, llena de tensión y de estrés, de esfuerzo y de irritabilidad nerviosa, de pasión y de prisa. Si el hombre pusiese en práctica algunos de los más elementales principios del Yoga, estaría mucho mejor equipado para enfrentarse a su compleja existencia. El Yoga proporciona perfección, paz y felicidad duradera. El Yoga te infundirá una fortaleza, una confianza y una seguridad nuevas. Tu cuerpo y tu mente se hallarán por entero a tu disposición.
El Yoga controla tus emociones e incrementa tu poder de concentración durante el trabajo. La disciplina yóguica proporciona quietud y tranquilidad, y rehabilita la propia vida de un modo milagroso. La forma de vida yóguica amplía el entendimiento humano y capacita al hombre para conocer a Dios y su propia relación con Él.
El Yoga conduce de la ignorancia a la sabiduría, de la debilidad a la fortaleza, de la inarmonía a la armonía, del odio al amor, de la necesidad a la plenitud, de la limitación a la infinitud, de la diversidad a la unidad, y de la imperfección a la perfección. A través de la disciplina yóguica, la mente y el cuerpo y el órgano de la voz actúan conjuntamente en armonía. El practicante de Yoga ve transformada su vida esencialmente por una nueva visión, una nueva consciencia y una nueva filosofía. La codicia de poder, la avaricia material, la excitación sexual, el egoísmo, la pasión por la riqueza y los apetitos inferiores han degradado al hombre desde su verdadera vida en el espíritu hasta la vida materialista. Pero puede reconquistar su perdida gloria divina si practica con sinceridad los principios del Yoga. El Yoga transmuta la naturaleza animal en la naturaleza divina y lo eleva hasta la cima de la gloria y el esplendor divinos.

El crecimiento espiritual es gradual:

Alcanzar el éxito en el Yoga está dentro de las capacidades de cualquiera. Lo que se requiere es una devoción sincera y una práctica, o Abhyasa, constante.
El crecimiento espiritual es gradual. Es una evolución progresiva. No debes sentir una prisa febril por conseguir hacer grandes proezas yóguicas ni por alcanzar el Nirvikalpa Samadhi en dos o tres meses. Los sentidos han de ser subyugados por completo. Han de cultivarse las virtudes divinas. Han de erradicarse las cualidades negativas. Debe controlarse la mente por completo. Ésta es una tarea grandiosa. Es un trabajo en contra de lo corriente. Tendrás que practicar rigurosas Tapas y meditación, y esperar pacientemente los resultados. Tendrás que ascender la escala del Yoga peldaño a peldaño. Tendrás que avanzar por el sendero espiritual paso a paso. 


12 febrero, 2021

Las Upanishads

Entrevista a Swami Satyananda Saraswati

Las Upanishads del Yoga son poco conocidas y existen escasas traducciones a las lenguas occidentales. Swami Satyananda Saraswati nos introduce a esta enseñanza que conduce al yogui al reconocimiento de su plenitud. Con su conocimiento de la Tradición Hindú, la filosofía del Yoga, el Advaita Vedanta y el Shivaísmo de Cachemira, Swami Satyananda Saraswati enseña regularmente de forma pura, vivenciada y directa, tal y como se ha transmitido tradicionalmente, de gurú a discípulo.
Hoy responde a nuestras preguntas:

¿Qué son las Upanishads?

Las Upanishads son el corazón mismo del Hinduismo. Son la parte final de los Vedas y tratan sobre el conocimiento de nuestra esencia, el atman. Exponen el camino que nos conduce a la plenitud de nuestro Ser. Tradicionalmente se considera que hay 108 Upanishads de gran relevancia; de estas, diez se consideran las más importantes, ya que fueron comentadas por Shankara, Ramanuja, Madhva y otros grandes sabios.

¿Y específicamente las Upanishads del Yoga?

Las Upanishads del Yoga son un grupo de unas veinte Upanishads que exponen específicamente el recorrido del yogui en su proceso hacia la liberación. Tratan en profundidad de las distintas prácticas y estadios en el camino, y aportan claridad en temas como la concentración, la meditación, el silencio de la mente, los estados de absorción interior, la contemplación en la no dualidad, el samadhi, el proceso de purificación, el cuerpo sutil, kundalini, el mantra, el sonido interior o “nada”, asana, pranayama y otros aspectos del camino del Yoga. Estos textos se consideran auténticas joyas y son una valiosa guía para nuestra práctica. 

¿Qué Upanishad sería la más idónea para introducirnos en esta enseñanza?

Tradicionalmente se empieza con el estudio de la Katha Upanishad, texto que narra el diálogo entre el joven Nachiketa y el gran maestro Yama. Encontramos en ella los siguientes versos de gran belleza:

“El Ser supremo, que se halla oculto en todos los seres, no brilla hacia el exterior; pero puede ser visto por los sabios por medio de sus intelectos concentrados y sutiles”.

“El sabio debe fundir su palabra en su mente, y su mente en su intelecto. Debería luego fundir su intelecto en la mente cósmica, y la mente cósmica en el Ser Supremo”.

“¡Levántate! ¡Despierta! ¡Acércate a los grandes (sabios) y aprende de ellos! El sendero es estrecho como el filo de una navaja, así lo dicen los sabios”.

Es importante recordar que tradicionalmente uno no estudia estos textos por su cuenta, ya que el buscador puede adquirir comprensiones incorrectas o incompletas. En el Hinduismo se da gran importancia a escuchar la enseñanza del maestro, shravana. En esta escucha existe una transmisión de sapiencia y la bendición del maestro. Luego, cuando el aspirante continúa estudiando el texto después de haberlo oído, el texto para él, ha cobrado vida.


Swami Satyananda Saraswati



¿Cómo se desarrolla su narrativa?


La enseñanza de las Upanishads suele expresarse como un diálogo entre un maestro y un discípulo. La estructura de sus textos es muy variable y muy libre en su expresión; a la vez es muy sencilla, pero metafísicamente muy elevada. Conocer en cierta medida las bases del Hinduismo ayuda a comprender la profundidad de su enseñanza. Ciertas Upanishads presentan su sabiduría por medio de historias, diálogos entre sabios ascetas y reyes; narraciones de la creación del cosmos, entre otras. Existe una amplia libertad en su forma de expresión.

En la Chandogya Upanishad hay una historia muy conocida: Shvetaketu había regresado a su casa después de doce años de estudio con un maestro. Su padre Uddalaka, un hombre sabio, percibió en su hijo un cierto engreimiento y falta de humildad, debido al conocimiento adquirido y no asimilado adecuadamente. Para probarlo, Uddalaka le preguntó: “¿Conoces Aquello que una vez conocido no queda nada por conocer?”. Shvetaketu, sorprendido, no supo qué responder. Y le dijo a su padre que sus maestros seguramente no lo sabían. Al cabo de unos días, con una actitud humilde, Shvetaketu pidió a Uddalaka que le enseñara acerca de esto.

Uddalaka le enseñó de forma sencilla y muy profunda. Le pidió que llevara un vaso de agua. Luego le pidió que echara sal en el agua y que la moviera hasta que se disolviera. Al rato le preguntó: “¿Puedes ver la sal en el agua?”. Shvetaketu respondió: “No, no puedo verla, se ha disuelto”. Y su padre y guru Uddalaka le dijo: “De la misma manera en que la sal está presente en esta agua aunque no se vea, así el atman está presente en todo lo que existe”.

Según la enseñanza de las Upanishads, ¿cómo podemos llevar a cabo la práctica diaria de meditación sin que se convierta en un acto mecánico?

La meditación es el centro al cual llevan todas las prácticas espirituales. El Hatha Yoga, el kirtan, la concentración y el estudio, entre muchas prácticas más, son soportes para que la energía de los sentidos y la mente vayan hacia el interior.

El yogui toma conciencia de que los momentos de meditación son momentos muy sagrados. Para la práctica, prepara su cuerpo y lo siente limpio y puro, así como también su ropa. Se sienta en su asana o cojín de meditación, con actitud de entrega y humildad para permanecer en sí mismo. En este proceso, a veces puede ayudarnos escuchar algunos mantras, mirar la imagen de nuestro maestro o de algo que nos inspire, leer un texto sagrado o hacer pranayamas. “Agradezco al cosmos que me da la oportunidad de tener este momento conmigo mismo, honro mi propia y sagrada existencia y, habiendo generado una actitud abierta y sacralizada, dirijo mis sentidos y mi mente hacia el interior”.

En la meditación intentamos entrar en el espacio en que simplemente “somos”. El espacio en el que no queremos lograr nada, sino que simplemente estamos sentados amorosa y tranquilamente en total presencia, observando el silencio anterior al pensamiento. La ayuda de las prácticas mencionadas anteriormente hará que nuestra meditación sea más fácil y profunda, y podamos acceder al espacio de no pensamiento. Cuando esto sucede, el gran silencio se manifiesta y el yogui reconoce la total plenitud en su corazón. Esto es el fruto de la práctica constante llevada a cabo durante largo tiempo con respeto y amor. En lenguaje yóguico, esta perseverancia se denomina abhyasa. Todo este proceso, está minuciosamente detallado en las Upanishads del Yoga.

La purificación del yogui lleva al despertar de su energía kundalini y esta, al reconocimiento de su esencia. ¿Podría explicar sobre el proceso de la meditación, kundalini y realización?

Cuando el practicante puede sostener una meditación profunda y tiene la gracia de su maestro, el despertar de la energía kundalini tiene lugar de forma natural. Este despertar conlleva una transformación interior profunda, ya que la naturaleza de kundalini shakti es purificarnos y llevarnos a la máxima expresión de la plenitud.

Kundalini nos conduce a la trascendencia de la limitación y al reconocimiento pleno de lo que Somos. Las Upanishads del Yoga tratan específicamente de esta purificación y transformación.

Para finalizar, ¿podría compartir alguna cita de las Upanishads del Yoga?

Una de las Upanishads del Yoga, la Amritabindu Upanishad, dice:

“La mente es la única causa de la esclavitud y de la liberación de los seres humanos. La mente apegada a los objetos de los sentidos conduce a la esclavitud. La mente que está libre del apego a los objetos, nos libera”.

“El estado supremo es cuando la mente se mantiene firmemente en el corazón, habiendo abandonado todos los apegos a los objetos de los sentidos. Allí, la mente alcanza su auténtica naturaleza, el Ser”.

Fuente: Advaitavidya, Asociación dedicada al estudio, contemplación y práctica de la enseñanza primordial del Sanatana Dharma (Hinduismo).