04 septiembre, 2016

Kundalini

La Kundalini y el Sadhana Tántrico. La Kundalini y el Hatha Yoga. La Kundalini y el Raja Yoga. La Kundalini y la Vedanta.


El vocablo Kundalini es familiar a todos los estudiosos de yoga, y también se lo conoce como la fuerza, en forma de serpiente enroscada, con asiento en el Muladhara Chakra, el primero de los siete Chakras, siendo los otros seis en orden Svadhishthana, Manipuraka, Anahata, Visuddhi, Ajna y Sahasrara. 

Todos los sadhanas en forma de Japa, meditación, Kirtan y plegaria, así como todo fomento de virtudes, y la observancia de austeridades como la verdad, la inofensividad y la continencia, están calculados en el mejor de los casos sólo para despertar a esta fuerza serpentina y hacerla pasar por todos los Chakras sucesivos empezando desde el Svadhishthana hasta el Sahasrara. Este último también llamado como el Loto de Mil Pétalos, (asiento de Sadasiva, o del Parabrahman, o del Absoluto). La kundalini (o la Shakti), separada de aquél, yace en el Muladhara. La Kundalini atraviesa todos los Chakras, con el fin de unirse con aquél, confiriendo la liberación al aspirante que practique asiduamente el Yoga o la técnica de unir a la Kundalini con su Señor, y que también concrete positivamente su esfuerzo.
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Esta fuerza de la Kundalini está dormida por la ausencia de todo estímulo en forma de prácticas espirituales en las personas de mentalidad mundana, entregadas a los placeres sensuales y sexuales, pues sólo la energía generada por aquellas prácticas, y ninguna otra fuerza derivada de la posesión de riquezas y abundancia mundanales, despierta a esa fuerza serpentina. Cuando el aspirante practica seriamente todas las disciplinas ordenadas en los Shastras, siguiendo las instrucciones de su preceptor -en quien la Kundalini ya se habría despertado y en su morada o Sadasiva, siendo esta la única y bendita adquisición la cual faculta a una persona a actuar como Gurú o preceptor espiritual, guiando y ayudando a los demás, también, para que alcancen el mismo fin-, los velos o capas que tienen atrapada a la Kundalini comienzan a rasgarse y, finalmente, se desgarran por completo, y la fuerza serpentina es impulsada y conducida, por así decirlo, ascendentemente.

Cuando la Kundalini asciende un Chakra o centro yóguico, el Yogi también asciende un escalón por la escalera yóguica; una página más, la página siguiente, cuando más asciende la Kundalini, el Yogi también avanza hacia la meta o perfección espiritual en relación con ella. Cuando la Kundalini llega al sexto centro o Ajna Chakra, el Yogi obtiene la visión del Dios Personal o Saguna Brahman, y cuando la fuerza serpentina llega al centro último y supremo o Sahasrara Chakra, o el Loto de Mil Pétalos, el Yogi pierde su individualidad en el océano de Sat-Chit-Ananda o Existencia-Conocimiento-Felicidad Absolutos y se unifica con el Señor o Alma Suprema. Deja de ser un hombre corriente, o incluso un simple Yogi, y pasa a ser un sabio plenamente iluminado, habiendo conquistado el eterno e ilimitado reino divino, un héroe después de haber ganado la batalla contra la ilusión, un Mukta o liberado después de haber cruzado el océano de la ignorancia o de la transmigratoria existencia, y un superhombre que tiene la autoridad y la capacidad para salvar a las demás almas, correspondientes al mundo relativo. Las Escrituras le aclaman en grado sumo, lo glorifican a él y a su realización del modo máximo posible. Los seres celestiales le envidian, sin excluir siquiera a la Trinidad, a saber Brahma, Vishnu y Siva. 

La  Kundalini y el Sadhana Tántrico: 

Kundalini Yoga en realidad pertenece al Sadhana tántrico, que da una descripción detallada sobre esta fuerza serpentina y los Chakras, como se mencionó anteriormente. La Madre Divina, el aspecto activo de la Existencia-Conocimiento-Felicidad Absolutos, reside en el cuerpo de hombres y mujeres en forma de Kundalini, y todo el Sadhana tántrico tiene como objetivo el despertar de aquélla, y hacer que se una al Señor, Sadasiva, en el Sahasrara, tal como se describe minuciosamente en el principio con detalle. Los métodos adoptados para lograr este fin en el Sadhana tántrico son Japa del nombre de la Madre, la plegaria y diversos rituales. 

 La Kundalini y el Hatha Yoga: 

El Hatha Yoga también estructura su filosofía en torno de esta Kundalini, y los métodos adoptados en él son diferentes del Sadhana tántrico. El Hatha Yoga procura despertar a esta Kundalini a través de la disciplina del cuerpo físico, la purificación de los Nadis y el control del Prana. A través de una serie de posturas físicas llamadas Yoga Asanas, tonifica todo el sistema nervioso, y lo trae bajo el control consciente del Yogi, a través de Bandhas y Mudras controla el Prana, regula sus movimientos e incluso lo bloquea y lo sella sin permitir que se desplace, mediante Kriyas purifica los órganos internos del cuerpo físico y, por último, a través de Pranayama, pone a la propia mente bajo el control del Yogi. A la Kundalini se la hace ascender hacia Sahasrara a través de estos métodos combinados. 

 La Kundalini y el Raja Yoga: 

El Raja Yoga nada menciona acerca de esta Kundalini, pero propone un sendero tranquilo, sutil o superior, filosófico y racional, y le pide al aspirante el control de su mente, retire todos sus sentidos y se sumerja en la meditación. A diferencia del Hatha Yoga, que es mecánico y místico, el Raja Yoga enseña una técnica de ocho miembros, apelando al corazón y el intelecto de los aspirantes. Aboga por el desarrollo moral y ético a través de su Yama y su Niyama, ayuda al desarrollo intelectual y cultural a través de Svadhyaya o estudio de las Sagradas Escrituras, satisface el aspecto emocional y devocional de la naturaleza humana ordenando a entregarse a la voluntad del Creador, tiene un elemento de la mística incluyendo, también, el Pranayama como uno de los ocho miembros y, finalmente, prepara al aspirante para la meditación ininterrumpida en el Absoluto a través de un penúltimo paso de la concentración. Ni en la filosofía ni en su prescripción de métodos el Raja Yoga hace referencia a la Kundalini, pero establece la mente humana y Chitta como sus blancos a destruir, ya que solo hacen al alma individual olvidar su verdadera naturaleza real, provocándole el nacimiento y la muerte y todas las aflicciones de la existencia fenoménica. 

La Kundalini y la Vedanta:  

Cuando llegamos a la Vedanta, nada trata acerca de Kundalini o cualquier otro tipo de métodos místicos y mecánicos. Es totalmente indagación y especulación filosófica. De acuerdo con la Vedanta lo único que hay que destruir es la ignorancia sobre nuestra naturaleza real, y esta ignorancia no puede ser destruida ni con Pranayama, ni con trabajo, o por cualquier cantidad de torsiones y torturas físicas, sino únicamente mediante el conocimiento de nuestra naturaleza real, que es Sat-Chit-Ananda o Existencia-Conocimiento-Felicidad. 
El hombre es divino, libre y uno solo con el Espíritu Supremo siempre, al que aquél olvida y se identifica con la materia, que es una apariencia ilusoria y está sobreimpuesta en el espíritu. La liberación es libertad respecto de la ignorancia, y al aspirante se le aconseja que se aparte constantemente de todas las limitaciones y pase a identificarse con el espíritu o Brahman, omnipenetrante, único, bienaventurado, pacífico y homogéneo. Cuando la meditación se manifiesta, el aspirante pierde su individualidad en el océano de la existencia, o más bien la individualidad es borrada por completo. 
Al igual que una gota de agua echada sobre la sartén es absorbida de inmediato y se torna irreconocible, de igual modo la consciencia individual es absorbida por la Consciencia Universal. 
Según la Vedanta no puede haber liberación real en el estado de la multiplicidad, y el estado de Unidad completa es el objetivo al que hay que aspirar, y el único hacia el que toda la creación marcha lentamente. 

Fragmento del libro Kundalini Yoga
-Sri Swami Sivananda-