31 julio, 2017

Lila y el Juego de Dios

Tema recurrente en la mitología hindú es la creación del mundo a través del auto-sacrificio de Dios, “sacrificio” en el sentido original del “hacer sagrado” por el cual Dios se transforma en el mundo que, al final, nuevamente se transforma en Dios. 
Esta actividad creadora de lo Divino se llama Lila, El Juego de Dios, y el mundo se considera una etapa de la obra teatral divina. El mito de Lila, como la mayoría de la mitología hindú, tiene un fuerte sabor mágico. Brahman es el gran mago que se transforma en el mundo y realiza este acto con su “poder creador mágico”, que es el significado original de Maya en el Rig Veda. La palabra Maya, uno de los términos más importantes en la filosofía hindú, ha cambiado de significado a través de los siglos. Desde “poder” o “fuerza” del divino acto o mago, se transformó en el estado psicológico de cualquier persona bajo el hechizo de la obra teatral mágica. 

Mientras confundamos la infinidad de formas de la divina Lila con la realidad, sin percibir la unidad de Brahman dentro de todas estas formas, estamos bajo el hechizo de Maya. Por lo tanto, Maya, no significa que el mundo es una ilusión, como equivocadamente se dice. La ilusión meramente se encuentra en cada punto de vista, si pensamos que las formas y estructuras, cosas y eventos, que rodean al hombre son realidades de la naturaleza, en vez de darnos cuenta de que ellos son conceptos creados por las propias mentes empeñadas en medir y categorizar.




Maya es la ilusión de tomar estos conceptos por realidades, de confundir el mapa con el territorio. En la visión hindú de la naturaleza, por lo tanto, todas las formas son relativas, fluidas, el siempre cambiante Maya, poder conjurado por el gran mago de la divina obra teatral. El mundo de Maya cambia continuamente pues el divino Lila es una obra rítmica y dinámica. 
La fuerza dinámica de la obra es el Karma, otro concepto importante del pensamiento hindú: Karma. Es un principio activo de la obra, la acción total del universo, donde todo está dinámicamente conectado con todo el resto. “Karma es la fuerza de la creación, de la cual todas las formas obtienen su vida”. 

Liberarse del conjuro de Maya, romper las ataduras del Karma, significa darse cuenta de que todo fenómeno que percibimos con los sentidos es parte de la misma realidad. Significa experimentar, completamente y personalmente, que todo, incluyéndose uno mismo, es Brahman. Esta experiencia es llamada Moksha, o “Liberación” en la filosofía hindú, y es una parte importante de la esencia del Hinduismo. 

Fuente: El Hecho Religioso y las Religiones en su Historia. 
Artículo del Instituto Teológico de Albacete, España.