30 julio, 2019

Sanatana Dharma e Hinduismo

El Hinduismo mantiene que existen innumerables maneras de liberarse. Nunca se esperaría que todos sus seguidores lograran acercarse a lo divino de la misma manera y por ello provee diferentes conceptos, rituales y ejercicios espirituales para diferentes modos de conciencia. El hecho que muchos de los conceptos o prácticas sean contradictorias no preocupa en lo más mínimo a los hindúes, pues ellos ya saben que Brahman está más allá de conceptos e imágenes.

Debido a esta posición se explica la gran tolerancia que es característica del Hinduismo.
Entre las formas de lograr la liberación se encuentra el Yoga, palabra que significa “colocar un yugo”, “unir” y que se refiere a la unión del alma del individuo a Brahman.

Para el hindú común, la forma más popular de acercarse a lo Divino es venerarlo en la forma de un Dios o Diosa personal. La fértil imaginación hindú ha creado literalmente miles de deidades que aparecen en innumerables manifestaciones. Tres de los más venerados en India actualmente son Shiva, Vishnu y la Madre Divina.


Con el nombre de Trimûrti, término sánscrito que significa
“tres formas”, se designa a las tres deidades más relevantes
del panteón hindú:
Brahmā, Vishnu y Shiva.


La mente occidental se confunde fácilmente con el número fabuloso de dioses y diosas que pueblan la mitología hindú en sus variadas apariciones y encarnaciones. Para entender como los hindúes pueden desenvolverse entre esta multitud de deidades, debemos entender la actitud básica del Hinduismo de que en la sustancia todas estas divinidades son idénticas. Son todas manifestaciones de la misma realidad divina, reflejando diferentes aspectos del infinito, omnipresente y —finalmente— incomprensible Brahman.

El Hinduismo presentado desde dentro: Sanatana Dharma

El Hinduísmo es conocido en Sánscrito, el idioma original de la India, como "Sanatana Dharma".

"Sanatana" significa "Eterno" y "Dharma", concepto abstracto de múltiples sinónimos y equivalencias no siempre felices, puede interpretarse como "Religión".

Desde el punto de vista de nuestra cultura occidental, el Hinduismo es conocido como una religión mientras que para los hindúes es, además de eso, una manera de vivir toda una cultura milenaria.
El Hinduísmo es una de las más viejas y profundas filosofías de vida de la humanidad. Como los filósofos, los viejos maestros hindúes investigaron la verdad subyacente detrás de nuestras existencias y así definieron un cuerpo filosófico que explica en forma coherente esa verdad. Como corolario, crearon un conjunto de normas del "buen vivir" terrenal, normas y consejos que pueden ser considerados eternos, pero que no constituyen en sí una religión.

Para los hindúes, el vivir de acuerdo al "Dharma" o "vivir "Dhármico", es lo que nosotros confundimos como Hinduísmo.

Fuente:

Extracto de El Hecho Religioso y las Religiones en su Historia. Documento del Instituto Teológico Diocesano de Albacete, España.

29 julio, 2019

Algunos puntos de importancia acerda del Hinduismo

Maya - Karma - Moksha

Tema recurrente en la mitología hindú es la creación del mundo a través del auto-sacrificio de Dios, “sacrificio” en el sentido original de “hacer sagrado” por el cual Dios se transforma en el mundo que, al final, nuevamente se transforma en Dios. Esta actividad creadora de lo Divino se llama Lila, El Juego de Dios, y el mundo se considera una etapa de la obra teatral divina.

El mito de Lila, como la mayoría de la mitología hindú, tiene un fuerte sabor mágico.
Brahman es el gran mago que se transforma en el mundo y realiza este acto con su “poder creador mágico”, que es el significado original de Maya en el Rig Veda.

La palabra Maya, uno de los términos más importantes en la filosofía hindú, ha cambiado de significado a través de los siglos. Desde “poder” o “fuerza” del divino acto o mago, se transformó en el estado psicológico de cualquier persona bajo el hechizo de la obra teatral mágica.
Mientras confundamos la infinidad de formas de la divina Lila con la realidad, sin percibir la unidad de Brahman dentro de todas estas formas, estamos bajo el hechizo de Maya.

Por lo tanto, Maya, no significa que el mundo es una ilusión, como equivocadamente se dice. La ilusión meramente se encuentra en cada punto de vista, si pensamos que las formas y estructuras, cosas y eventos, que rodean al hombre son realidades de la naturaleza, en vez de darnos cuenta de que ellos son conceptos creados por las propias mentes empeñadas en medir y categorizar. Maya es la ilusión de tomar estos conceptos por realidades, de confundir el mapa con el territorio.


 Lord Shiva junto a Nandi esculpidos en uno de
los corredores del Durga Temple. Estado de
Karnataka, India.


En la visión hindú de la naturaleza, por lo tanto, todas las formas son relativas, fluidas, el siempre cambiante Maya, poder conjurado por el gran mago de la divina obra teatral. El mundo de maya cambia continuamente pues el divino Lila es una obra rítmica y dinámica. La fuerza dinámica de la obra es el Karma, otro concepto importante del pensamiento hindú: Karma. Es un principio activo de la obra, la acción total del universo, donde todo está dinámicamente conectado con todo el resto. “Karma es la fuerza de la creación, de la cual todas las formas obtienen su vida”.

Liberarse del conjuro de Maya, romper las ataduras del Karma, significa darse cuenta de que todo fenómeno que percibimos con los sentidos es parte de la misma realidad. Significa experimentar, completamente y personalmente, que todo, incluyéndose uno mismo, es Brahman. Esta experiencia es llamada Moksha, o Liberación en la filosofía hindú y es una parte importante de la esencia del Hinduísmo.

Fuente:

Extracto de El Hecho Religioso y las Religiones en su Historia. Documento del Instituto Teológico Diocesano de Albacete, España.

28 julio, 2019

Generalidades sobre el Yoga (1ª parte)

Es natural que el lector desee en primer lugar satisfacer su curiosidad por saber: ¿qué es el Yoga?, ¿para qué sirve?, ¿quiénes lo practican?; y si las respuestas a estos interrogantes lo han satisfecho, si, él también puede hacerlo.

Respecto a qué es el Yoga, muchos estudiosos han intentado dar una respuesta precisa, sin lograrlo plenamente. ¿Una filosofía?, ¿una gimnasia? Quizás la mejor respuesta sería que es una práctica, un adiestramiento, por eso es tan difícil hablar sobre “el Yoga”, porque el Yoga hay que experimentarlo.

Podríamos leer muchos libros sobre sus orígenes, sobre su desarrollo histórico, sobre sus grandes maestros y, sin embargo, no llegar a saber esencialmente nada sobre él. Lo mejor es comenzar muy gradualmente su práctica e ir satisfaciendo paralelamente la curiosidad sobre el tema. De esta manera lo aprendido tendría su correspondencia con lo experimentado personalmente y se aceptará y asimilará sin dificultad.

Ahora bien, una práctica ¿de qué y con qué objetivo? Una práctica de un nuevo modo de obrar que procura una nueva manera de ser. Una forma de hacerse apelando a nuestras propias fuerzas y poniéndolas al servicio de un autodesarrollo integral. Este desarrollo integral involucra a todo el ser (cuerpo, mente y espíritu) y tiene como último objetivo trascenderlo para lograr la unión con el espíritu supremo universal. Justamente la palabra Yoga significa unión o comunión.


Adiyogi Shiva. Busto construido en acero en la localidad
de Koyamuttur, India.
En el Libro Guinness de los Récords se lo
 menciona como el busto más grande del mundo. Sus 112 pies
de altura representan las 112 formas existentes para alcanzar
 Moksha o Liberación. Lord Shiva es considerado
el arquetipo del
yogui por excelencia, un Mahayogui y, también, el creador del Yoga. 


La primera tarea es disciplinar el cuerpo en procura de la conquista de la salud y el bienestar perfectos a través del control consciente de todas las funciones fisiológicas, el conocimiento del cuerpo y sus funciones, pero no solamente a la manera del gimnasta o del médico, sino a la manera del yogui, que no sólo conoce su cuerpo y sus funciones, sino que es su cuerpo y cada una de sus funciones y por eso puede controlarlas y dirigirlas, por eso se dice que el Yoga es un sistema psicofisiológico. Empero, no es esta su meta, sino tan sólo una etapa necesaria: de ahí que la mera salud o la prolongación de la vida sean condiciones necesarias, pero no objetivos supremos. En resumen: el Yoga es una práctica que conduce al autodesarrollo integral con un fin trascendente: la comunión con Dios o Espíritu Universal.

¿Quiénes lo practican? Los móviles de las numerosas personas que han comenzado su práctica son múltiples, sin embargo todas están signadas por el común denominador que es la insatisfacción de sus actuales condiciones de vida. Una salud quebrantada por un desordenado comportamiento, la pérdida de los objetivos que en algún instante de la vida parecieron importantes y que luego perdieron todo significado dejando una dolorosa sensación de vacío, una incipiente búsqueda de nuevos valore más allá de los propios de la vida mundana, son sólo algunos de esos móviles, y la conciencia de esas carencias despierta en algún momento de nuestra vida, distinto en cada ser humano, es por ello que encontramos practicantes de toda edad y sexo.

Algunos perseveran: los que reconocen a esta práctica como un camino; otros abandonan y se alejan en busca del suyo. La disciplina es suficientemente flexible como para adaptarse a las diferentes posibilidades de crecimiento. Y, finalmente: ¿el Yoga es para mí? Aquél que ha comenzado a conocer la existencia de planos más elevados y sutiles de la vida, que siente la necesidad de acceder a ellos y que se sabe poseedor de la fuerza de voluntad y perseverancia como para iniciar una disciplina crecientemente transformadora, pero en igual medida exigente y dura, ese puede ser que encuentre en el Yoga su camino, y si no lo es, que no desfallezca hasta encontrar el suyo: todo hombre lo tiene.

Extracto del libro Yoga Segundo Nivel, Después de los Primeros Pasos. Editorial Albatros.
Horacio G. Maniglia, profesor de Hatha Yoga.

Lee también:
Generalidades sobre el Yoga (2ª parte)