12 diciembre, 2017

La Espiritualidad en el Yoga

Por Prashant Iyengar

Existe algo eterno en nosotros, que no ha nacido, que no morirá, que no sufre ningún cambio, que no transmigra. Este Atman (sí-mismo) se describe bien en el segundo capítulo del Bhagavad Gita: “De él se dice que es inmanifiesto, impensable e invariable. Conócelo, pues, así, y deja de llorar.” (Bhagavad Gita 2.25).

Hay algo que se llama Atman que está dentro de nosotros: “Isvara (Dios) habita en el corazón de todos los seres, oh Arjuna, y por su misterioso poder los hace girar como si estuvieran en una rueda.” “Busca tu refugio solamente en Él, con todo tu corazón, oh Bharata. Por Su Gracia ganarás el asilo eterno de paz suprema.” (Bhagavad Gita 18.61-62).
Dios es inherente a nosotros. El principio trascendental es inherente. Y cuando Dios está en nosotros, esto es avatara rahasya (el secreto de la encarnación). Cuando Dios se manifiesta dentro de nosotros, todos los principios cósmicos están dentro de nosotros. Necesitamos reconocer que todos los principios cósmicos están dentro de nosotros. Los principios metafísicos están dentro de nosotros porque Dios se ha manifestado dentro de nosotros.

Cuando Dios se manifiesta dentro de nosotros es como un inquilino. Ishvarah sarva-bhutanam (el Dios de todos los seres), no reside simplemente; se mueve dentro de cada aspecto de nosotros.
Hemos de reconocer que existe algo dentro de nosotros que es eterno, trascendente. Dios vive en cada ser, junto con cada aspecto de las treinta y tres divinidades. Este inquilino es glorioso, no es solo carne, huesos y sangre sino mucho más. Tiene algo eterno y metafísico, algo inmutable, sin nacimiento ni muerte. No requiere de ningún alimento, de ninguna bebida; es inanimado y no requiere de ningún soporte externo.
“El uno lo considera una maravilla, otro habla de Él como de una maravilla; mas aún habiéndolo oído, nadie lo conoce.” (Bhagavad Gita  2.29).

Si leéis algunos libros de fisiología y de anatomía, ¿Qué os dirán?, que hay diferentes sistemas en el cuerpo, que hay células y neuronas, etc., ¿esto es lo único de lo está hecho el cuerpo? 
Un noventa por ciento del cerebro sigue sin ser explorado por la ciencia moderna. ¿Qué puede saber del ser humano?

Dios se puede definir mediante un paradigma científico. Si una persona tiene una mente científica, entonces lo explicará de acuerdo con ésta. Si es una persona emocional con una consciencia emocional religiosa emergente, será mas receptivo para comprender la definición dentro de un paradigma emocional. Incluso la lógica ha intentado explicar a Dios, probar la existencia de Dios. Si mira dentro del Nyaya Kusumanjali Udayanacharya, éste postula a Dios para las personas temporales por inferencia, porque una persona común no puede percibir a Dios. Como ve, no podemos tener un microscopio que pruebe que Dios está en cada partícula. Así, para la persona común, Dios se explica a través de la lógica, por inferencia. Un número de anumanas (inferencias) son dadas en el Nyaya Kusumanjali sobre los diferentes aspectos del ser humano y también cómo se puede probar a Dios a través de inferencias a las personas que son adversas al misticismo.

¿Qué es, pues, el Yoga? El Yoga es Yoga. No hay un Yoga físico y un Yoga espiritual. Si es exclusivamente físico, no será Yoga. El Yoga refiere a la totalidad; es una unión. Por ejemplo, una vez que consiga desenvolverse en la meditación, no habrá delimitaciones o diferencias entre los componentes físicos, mentales o espirituales. Es una condición unificada. Cuando decimos práctica física, nos referimos al cuerpo, para el cuerpo. Y si existiera algo que fuera una práctica espiritual querría decir desde el alma, para el alma. Pero el alma no necesita de nada; no tiene ni hambre ni sed. Tampoco es una práctica a través del alma porque el alma no hace nada: naiva kimcit karomiti, "No hago nada, piensa el hombre unido a lo divino que conoce la verdad". (Bhagavad Gita  BG 5.8).

Necesitamos saber lo que es una práctica espiritual y esto es una gran equivocación. No puede hacer nada para el alma, el alma no es la forma abreviada de nada, así que no hay nada que sea una práctica espiritual. El significado de adhyatma sadhana no es "práctica espiritual", sino más bien "algo hecho para la totalidad del ser de manera que el alma toma consciencia de sí misma". Adhi bhuta (la entidad perecedera), adhi-atma (el alma), adhi-daivika (el gran ser cósmico): todos tienen el prefijo adhi. 
La práctica física solo puede limpiar y despertar nuestra sutileza hacia esto. Es una forma de evolución. 
Qué podría significar para una persona que no tiene ninguna relación con el Ganges decir, "Trae un poco de agua del Ganges". ¿Cómo la traería? Cogería un recipiente, lo sumergiría en el Ganges y le traería el agua. Pero una persona que conozca el significado del Ganges haría lo mismo de manera muy diferente. 
El modo en que una persona efectúa su práctica de asanas o de pranayama es también un nivel de evolución. Si decido hacer asanas para mi cuerpo, las haré con la limitación de que son para mi salud y para el bienestar del cuerpo, es como coger agua del Ganges. Pero para una persona que ha despertado espiritualmente, una persona que tiene una conciencia espiritual y religiosa, que sabe lo que el Ganges es, de dónde proviene, el modo en que cogerá el agua de este río será completamente diferente. Es una evolución que acontece dentro de ustedes a través de su actitud en la práctica de asanas. 

Empecé a hacer asanas solo como una mera práctica física para el cuerpo. Pero cuando llegó el conocimiento, llegó también la realización, y el acto en su conjunto fue diferente. Puedo pedir a alguien: "Tráeme el Bhagavad Gita". Entonces irá a la librería, comprará una copia, la envolverá con papel y me la traerá. No sabe lo que es el Bhagavad Gita. Pero alguien que sí sabe lo que el Bhagavad Gita tendrá una manera diferente de adquirirlo y traérmelo. Lo que el Gita significa para él y lo que yo significo para esa persona es muy importante y decidirá el modus operandi de cómo lo estoy haciendo. Se refiere a qué implicación tenemos con respecto a lo que estamos haciendo; no son solo técnicas. La evolución a la que concedemos espacio en nuestra consciencia, determinará cómo continuamos implicándonos en nuestra práctica.



Lord Krishna



Yoga es el estado en el que el alma reside en su propia naturaleza.
El Yoga ha de facilitar svadhyaya (estudio del sí-mismo). Necesitamos adentrarnos en nosotros mismos y explorar, capa por capa, qué es nuestra mente, qué es nuestra psique, qué es nuestra consciencia. El Yoga en sí mismo es un viaje hacia el interior. Debe entrar en su casa, debe entrar en su habitación privada, debe ir al interior, si no, no es Yoga. 

He de ir a mi propia casa y explorarla aún siendo fea. El Yoga es un viaje al interior en el que explora su mente, su conocimiento, su consciencia, su conciencia. Mi casa puede estar sucia, pero a través de la tecnología yóguica no solo se purifica sino que se neutraliza. Un santo no se quejará nunca de su propia casa. Así, cuando practicamos Yoga tratamos de hacerlo en un estado libre de dualidad mental, que llamamos tathastha-vritti (mente equilibrada o literalmente, mente neutral). Con una mente neutral no descubriremos nunca nada sucio cuando exploramos nuestra propia casa. El santo no ve ningún vicio en el mundo a causa de su vaisnava drishti (aliento divino, emanación de Visnu), de su Brahma drishti (emanación de Brahma).

La Filosofía es parte del Yoga

No cabe duda que para solucionar y resolver los problemas fundamentales que el hombre se plantea, en primer lugar habrá que sentirse inclinado a reflexionar y amar la indagación filosófica. En cierto modo todos nos hacemos preguntas a cuestiones fundamentales, y todos buscamos la misma plenitud y libertad; sin embargo, muy pocos otorgan a esta búsqueda una prioridad de primer orden que nos haga comprometernos de forma asidua.

El adepto al Yoga conoce los beneficios de la práctica de asana (posturas) y pranayama (control de la respiración), sin embargo puede que descuide el aspecto filosófico que el sistema de Yoga incluye dentro de su enseñanza.




Podemos llegar al Yoga por diversos motivos de salud, de bienestar físico o mental, pero en última instancia, el Yoga es una vía de autoconocimiento en el sentido amplio de la palabra. Y el autoconocimiento implica indagación, investigación, una mente inquisitiva. El autoconocimiento no puede tener lugar sin una investigación e inquisición de naturaleza filosófica.

Existen varias razones por las que el adepto al Yoga no se inicia en este estudio de naturaleza filosófica:

  • Los profesores de Yoga no recibimos una formación completa e integral. En el mejor de casos la educación recibida en los cursos de formación se limita a leer de pasada uno o dos textos. Sin embargo no hay énfasis en la importancia que tiene la asimilación del mensaje ni en el detalle del estudio, y tampoco en la exigencia requerida al futuro profesor. Esto se traduce en que el profesor de Yoga no incluye en sus programas anuales una porción de su tiempo al estudio filosófico. Un estudio tradicional incluye la recitación de los textos en sánscrito y el estudio analítico y gramatical – palabra por palabra y verso por verso – de los textos. Esto no es una exageración, es lo normal en la Tradición, especialmente en el estudio de Vedanta. Esto requiere un profesor competente que conoce el método de enseñanza tradicional. ¿Cuántos profesores pueden enseñar de forma tradicional fuera de India?
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  • No se incluye ni se fomenta el estudio e investigación filosófica en los programas de certificación de profesores. No hay ni motivación ni estímulo porque simplemente no se comprueba ni se mide el grado de desarrollo y madurez de la compresión filosófica. Hay una excesiva preponderancia de la técnica y de la investigación “experiencial”. Así, el profesor que busca mayor nivel de certificación no tiene necesidad de preparar esta investigación. Los examinadores de cada nivel de certificación no lo van a solicitar. El resultado es que la certificación no es un mecanismo que establezca las bases de unos profesores preparados y cualificados, filosóficamente hablando. 

  • Es raro encontrar centros de aprendizaje y centros de Yoga que ofrezcan una educación integral y completa. Si una persona desea estudiar filosofía occidental tiene a su disposición bastantes recursos. Puede matricularse en numerosas universidades y programas. Hay muchos docentes y personas cualificadas. Sin embargo, si se quiere estudiar Filosofía del Yoga o Vedanta. ¿Dónde acude un estudiante o un profesor?
    Lo normal es acudir a instituciones de enseñanza en la India o a profesores o centros adscritos a esos centros de la India. Incluso una persona doctorada en Filosofía del Yoga o un académico versado en la materia no es garante de conocer bien el tema si no conoce la Tradición y no tiene contacto con un maestro tradicional. No se trata de una investigación meramente académica y que uno pueda estudiar con libros en una biblioteca. Se necesita la figura del maestro y el conocimiento del método de enseñanza.
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  • Hay númerosos prejuicios y creencias que otorgan a la investigación filosófica un objeto de estudio nebuloso y especulativo. Estas nociones injustificadas se traducen en el asentamiento de fuertes creencias en los alumnos y en los profesores, y tiene como consecuencia que se rechace o se descarte el estudio filosófico como algo que es parte del sistema. Si el Yoga solo estuviera centrado en la “experiencia”, ¿por qué hay decenas de libros clásicos dedicados a la materia? 

    En este sentido se siente el auge y la influencia excesiva de las ciencias experimentales y exactas, y las corrientes positivistas de los últimos siglos. Existen nociones y valores confusos sobre la experiencia y el conocimiento filosófico, sobre lo que puede proporcionar la “práctica” y la “experiencia”. Sobre los medios de conocimiento, los conceptos de “Filosofía” y “Ciencias” y sus objetos de estudio. Estas cuestiones no se van a resolver si no se analizan con detenimiento. 

    Por ejemplo, la clasificación Aristotélica de “Filosofía” parece haber caído en el olvido, pero recordemos que hasta el siglo XIV y sobre todo a partir del XVI no había diferenciación tan clara entre “Ciencia” y “Filosofía”. La Filosofía era idéntica a la Ciencia, abarcando todo el conjunto de conocimientos humanos, distribuidos en conformidad con la diversísima variedad de sus objetos. La filosofía se ocupaba de estudiar la realidad en su conjunto. 

    Si Aristóteles, Platón o Santo Tomás de Aquino observaran la distinción que hoy se hace se llevarían las manos a la cabeza. Se quedarían atónitos al ver a los estudiantes de Yoga justificando sus alegaciones de la “experiencia” sensible y la “vivencia” como el instrumento de conocimiento fiable y exacto. 

En resumen, estas razones impiden que el alumno o profesor puedan comenzar o avanzar en su investigación. Al igual que se hace un estudio detallado y pormenorizado de la técnica y de las soluciones terapéuticas, ¿no se debe hacer también un estudio con igual detalle y rigor de la Filosofía? Para el estudio de la técnica en asana y pranayama somos papistas, fundamentalistas y ortodoxos, y sin embargo en en el asunto filosófico predomina el desinterés, la falta de recursos y la anestesia. ¿Dónde está la integridad y la sinceridad en la búsqueda y presentación de esta gran enseñanza?

Fuente:
Artículo de Oscar Montero en su sitio web Vedanta Tradicional, el Yoga de la Objetividad.
http://oscarmontero.com