09 diciembre, 2019

Yoga y Samkhya

El Yoga y el Samkhya clásicos comparten una metafísica y una terminología muy similar, pero no son el mismo sistema. La gran diferencia entre ambos no es que uno sea ateo y el otro teísta.
Lo que realmente separa ambos sistemas es que, según el Samkhya podemos librarnos de la ignorancia y el dolor por medio del conocimiento intelectual de nuestra esencia, mientras que en el Yoga se considera que dicho conocimiento no es suficiente, hay que trascenderlo y sustituirlo por un conocimiento puramente intuitivo surgido de la experimentación.




Para ello es necesaria la práctica meditativa profunda. En este sentido, el Samkhya sería algo parecido a un sistema filosófico y el Yoga a un sistema de psicología trascendental. Aparte de esta diferencia fundamental de enfoque, ciertamente el Samkhya no admite la existencia de un ser supremo, de un absoluto metafísico, creador, sostenedor y destructor del universo.
El Yoga, a diferencia de la opinión general en este sentido, tampoco da cabida a la existencia de un Dios al estilo de las religiones patriarcales o del absoluto metafísico del Vedanta. El Dios del Yoga (Ishvara) es simplemente la concepción del sí mismo esencial que somos todos, cuando esa concepción se efectúa desde el punto de vista trascendente del ser liberado.

De acuerdo con esto, para el Yoga clásico, Dios y nuestra esencia real son lo mismo. Pero se trata de un Dios muy diferente al que estamos acostumbrados.
El Dios de Patañjali es tan simple que jamás ha estado en contacto con la naturaleza de ninguna forma que podamos concebir. Es algo que está más allá del tiempo y del espacio.
Es lo que realmente hay. Es lo que es.

José Antonio Offroy, Profesor de Yoga.
Autor y administrador de Yogadarshana, Yoga y Meditación.