29 diciembre, 2017

El Gayatri

 por Raimon Panikkar
Traducción y notas: Daniel López Salort



Tat savitur varenyan
 bhargo devasya dhimahi dhiyo yo nah pracodayat
 Om


Meditamos sobre el glorioso esplendor del divino Vivificador
 ¡Puede Él mismo iluminar nuestras mentes!

 Rig Veda III, 62,10 (1) 

"No hay nada más exaltado que el Gayatri". Es el mantra más renombrado de los Vedas. Está dirigido al divino dador de vida como Dios supremo, simbolizado en Savitri, el Sol. Por esta razón el orante también es llamado Savitri. Es recitado diariamente al amanecer y en el crepúsculo, usualmente en el momento del baño ritual. Este mantra deriva su nombre de la métrica en que fue escrito, siendo el Gayatri una metáfora poética védica de veinticuatro sílabas, de la que fue autor de acuerdo a la tradición el sabio Vishvamitra. 

Para comprender la relevancia de este texto sagrado debemos recordar la importancia de un mantra, especialmente en el período védico, aunque el mantra es un fenómeno humano primordial que es encontrado prácticamente en todas las tradiciones religiosas.
Los mantras no son fórmulas básicas, no son meramente oraciones lógicas; ellos conectan, de un modo muy especial, los aspectos objetivos y subjetivos de la realidad. Un ejemplo simple se da frecuentemente para ilustrar esta función.
Un rey pide a su ministro, quien está avanzado en la vida espiritual y práctica japa (por ejemplo, la recitación de mantras), le enseñe su mantra. El ministro se rehusa, pero el rey insiste. El ministro le habla a un escudero, que está ahí, para que aprese al rey, pero a pesar de sus repetidas órdenes el escudero no se mueve. Finalmente, el enfurecido rey le dice a su escudero que agarre al ministro, y el muchacho lo hace inmediatamente. El ministro rompe a reír y le explica al rey: nuestras órdenes fueron las mismas, y también el receptor, aunque en un caso la orden no fue cumplida y en el otro sí. En el caso de un mantra todo depende de la preparación espiritual y la autoridad de quien lo dice.
La palabra "mantra" significa que ha sido pensada, conocida o que fue privadamente transmitida – incluso secretamente por iniciación (diksa)-, y que posee el poder de liberar. Es un discurso sagrado, fórmula sacrificial, consejo eficiente. El Brhadaranyaka Upanisad explica cómo el mundo deviene al ser por la unión de la Mente (manas) con la Palabra (vac). El mantra no es ni un mero sonido ni pura magia. 

Las palabras no tienen solamente un sonido sino también un significado, el cual no es evidente para todos aquellos que simplemente escuchan el sonido. Vivir la palabra tiene, además, un poder que trasciende el plano puramente mental. Para adquirir esta energía de la palabra uno tiene que comprender no solamente el significado sino también su mensaje, o sus vibraciones; algunas veces ellas son llamadas para acentuar la ligazón con el sonido mismo.
Fe, comprensión y articulación física, tanto como la continuidad física (el mantra tiene que ser transmitido por un maestro), son requisitos esenciales para un auténtico mantra. Cada palabra nos une con la fuente de todas las palabras. El último rasgo de la palabra, Shabda Brahman, es un concepto fundamental en la espiritualidad india. 


"Hay en el día sereno y claro, en el día del cielo, una hora en que el tiempo parece, como río en un lago, detenerse y reflejar la infinita hondura de la eternidad. Es como si el tiempo se abriera poniendo al descubierto sus entrañas. Y esa hora es la hora que sigue al ocaso, cuando la luz se derrite en la sombra, el celaje es como de plata encendida y el paisaje pierde su masa y se hace como cortina que cuelga del cielo".
Inquietudes y meditaciones. Miguel de Unamuno. Edición A.Aguado, Madrid, 1957, p.226. 


Varios himnos del Atharva Veda aluden a la privilegiada posición ocupada por el mantra Gayatri. Cuando el poeta intenta definir el Primer Principio, el Absoluto, y localizar el "No Nacido", dice, para darnos una noción de su inaccesibilidad, que él es: 

Más sublime aun que el sublime Gayatri, 
 Más allá el Inmortal, dio el gran paso. 
 ¿Dónde estaba entonces el No Nacido? 
Esto aun los conocedores de la ciencia védica no pueden decirlo. 

En otro himno, compuesto en honor de Rohita, el Sol, que también alaba la grandeza de un rey terrenal, el poeta describe los súbditos del rey convocados al alba para ofrecer el sacrificio, y los retrata aguardando la aparición del Sol naciente, llamado en este pasaje el "Ternero Leonado", y su "madre" el Alba, aquí identificada con el Gayatri: 

Tu gente, descendiente del Fervor sagrado, 
Han venido en la vigilia del Ternero y del Gayatri. 
Pueden estar en tu presencia con intenciones de paz, 
Precedidos por el Ternero Leonado y su madre. 

De modo similar otro verso llama al Gayatri "Madre de los Vedas". 

El Gayatri no está necesariamente conectado con un sacrificio ritual; puede ser murmurado o repetido sin el acompañamiento de ofrecer ritual. Eso materializa un proceso de sublimación o interiorización, pero no siempre exitosamente. 

El Brhadaranyaka Upanisad da una explicación muy elaborada del Gayatri basada en una composición poética, tres pies de ocho sílabas: el primer pie está hecho de tres palabras: la tierra, los cielos espirituales, y el cielo físico (2), o más bien lo que hay entre ellos; el segundo pie está compuesto del triple conocimiento, que es la sabiduría de los tres Vedas; el tercer pie está compuesto de tres fuerzas vitales (prana o respiración interior, apana o respiración exterior, y vyana o respiración difusa, que juntos componen ocho sílabas). Todo esto dicho para introducir el cuarto pie, el que precisamente es hecho invisible en y a través del Gayatri, Savitri, el Sol "bajo los cielos oscuros". A través de un proceso interior realizado por recitar el Gayatri, donde la percepción de la totalidad de la recepción está reflejada y además gobernada en el Hombre, este microcosmos, el espejo de la realidad total. 





"Si él, el conocedor del Gayatri, recibe estos tres mundos con sus complejidades, solamente estará recibiendo el primer pie del Gayatri. Si él recibe todo esto se le otorga el triple conocimiento (de los Vedas), y solamente estará recibiendo el segundo pie. Si él recibe todas estas vidas y respiraciones, solamente estará recibiendo el tercer pie. Pero el cuarto, el pie aparentemente visible bajo aquellos cielos oscuros, aquel (cielo) que brilla no es obtenible por nadie después de todo. ¿Cómo podría alguien recibir tanto?
Salutación al Gayatri: Oh Gayatri, tú eres el del pie único, el de dos pies, el de tres pies, el de cuatro pies. Aunque tú eres sin pies, porque no vas a pie. Te saludamos, el cuarto pie, el claramente visible pie, bajo los cielos oscuros". 
Además, como importante comentario del Gayatri dice: "El Gayatri, verdaderamente, es la totalidad del universo, tal como ha devenido en ser. Y la Palabra, verdaderamente, es Gayatri, porque la palabra canta y protege todo este universo que ha devenido en ser". 

El Maitri Upanisad también da un relato del Gayatri, explicando su simbolismo verso por verso: 

Este glorioso esplendor de Savitri: el Sol en los cielos es ciertamente Savitri. Él es a quien se ora por el que ansía el Sí Mismo. Esto es así afirmado por aquellos que revelan el conocimiento de Brahman para nosotros. 
Podemos meditar sobre el divino Vivificador. Savitri ciertamente es Dios. Por lo tanto medito en lo que es llamado su esplendor. Esto es así afirmado por aquellos que revelan el conocimiento de Brahman para nosotros. 
Puede Él mismo iluminar nuestras mentes: la Mente ciertamente es inteligencia. Él puede respirar dentro nuestro. Esto es así afirmado por aquellos que revelan el conocimiento de Brahman para nosotros. 

El mismo Upanisad nos introduce al Savitri recitando el siguiente himno: 

El cisne, el pájaro de color dorado, 
Perdurando tanto en el corazón y en el Sol, 
El somorgujo de gloriosa luz 
A quien nosotros sacrificamos en este fuego. 

El orante estaría próximo a nada o meramente la expresión de nuestros deseos a una mediación más poderosa a la que conocemos ya, si ello no consiste en esta asunción y realización, deviniendo la totalidad de la realidad; ello es un resumen, una recapitulación, de todo lo que hay en la mente y en el corazón, y también en el cuerpo del adorador. Orar es participar de la sístole y la diástole de la totalidad del universo. 

"Lo que el Gayatri es, verdaderamente lo es la Tierra también, porque lo que está sobre la Tierra es este universo establecido, no se extiende más allá. Lo que la Tierra es, verdaderamente el cuerpo en el hombre lo es también, porque estas respiraciones vitales están establecidas, no se extienden más allá. Lo que el cuerpo del hombre es, verdaderamente en el corazón del hombre está, porque estas respiraciones están establecidas, no se extienden más allá. El Gayatri tiene cuatro pies y es séxtuple. Sobre esto un verso del Rig Veda dice: ‘Tal es la medida de su grandeza, pero más grande aun es el hombre’. Todos los seres forman un cuarto de él, tres cuartos, lo inmortal en el cielo. Lo que es llamado Brahman, verdaderamente en el espacio fuera del hombre también está; lo que el espacio fuera del hombre está, verdaderamente en el espacio dentro del hombre también lo está; lo que el espacio dentro del hombre es, verdaderamente dentro del corazón también es. Esto es el todo, lo que no cambia. Quienquiera que conozca esto obtiene buena fortuna, lo íntegro e incambiable". 

Una de las palabras fundamentales para el acto fundamental de la plegaria es concentración, y deberíamos comprenderla del modo más preciso. El hombre de la plegaria, en y a través de su concentración espiritual, concentra realmente más y más partes de la realidad; condensa, como si fueran los destellos menos concentrados del universo que flotan en su derredor, y los reduce así a su esencia. Puede hacerlo porque ha encontrado el centro de la realidad, que le permite verdaderamente concentrarse, esto es, enfocar sus mundos en un solo centro único. Esto puede ser realizado cuando los tres centros, el de la realidad exterior, el de la realidad interior, y el del hombre mismo, coinciden. El resultado es armonía y paz. La oración verdadera es siempre un acto que abraza, todo en uno, lo Divino, lo Humano, y lo Cósmico, esto es, Adhidaivika, Adhyatmika, y Adhibhautika. Esto es lo que los diferentes textos sobre el Gayatri han estado diciéndonos de diferentes maneras. 


"Oración, en su misma etimología, indica dirección hacia o relación. Procede de "orare", hablar, y el verbo recuerda a la boca, órgano de la locución. Una interpretación literal directa, por lo tanto, remite a diálogo verbal (...) No hay oración sin posible reciprocidad divino-humana. (...) Con razón, por lo tanto, ha podido afirmarse, lo mismo que de otras palabras fundamentales, que ahí radica la esencia de la religiosidad.
La oración actualiza o pugna por actualizar la relación divino-humana".
Filosofía de la religión. Sus problemas fundamentales. Luis Farré. Capítulo VI: Oración, Contemplación, Misticismo. Pgs. 372-373. Losada.Bs.As.,1969. 


El Gayatri acompaña al hombre no sólo en su ronda diaria, sino también en los momentos más elevados de su vida. Forma una parte importante de la ceremonia de iniciación. De aquí en adelante, el joven, habiendo recibido el mantra de su maestro, tendrá el derecho de manifestar y por lo tanto de manifestar en el mundo espiritual que lo enlaza con todos los demás que rezan y adoran a Dios a través de las vividas palabras de su oración cósmica. 
Muchos Shastras han indicado el modo en que el Gayatri tiene que ser recitado. 
Cotidianamente, el estudiante de la ciencia sagrada debería levantarse al amanecer y recitar el Savitri (como el Gayatri es llamado frecuentemente) hasta que vea el Sol naciente, y al atardecer, sentado, recitarlo hasta que atrape la visión de las estrella emergentes. Otro Shastra agrega que mientras se enfrenta el Este en el crepúsculo de la mañana, y el Oeste en la tarde, uno puede controlar su respiración mientras recita el Savitri unas cien veces. Estos y otros preceptos tienden a armonizar el corazón y la mente de uno con los poderes cósmicos.
El Cántico del Gayatri al alba purifica los pecados de la noche previa, y la oración de la tarde del mantra purifica de los pecados cometidos durante el día (3).

El Gayatri es un completo símbolo de luz. Es ciertamente mucho más que la epifanía de la luz; es la luz en sí misma cuando la oración es una plegaria verdadera, asimilación e identificación con aquello que se está orando. Cada línea enfatiza un aspecto de la luz: el glorioso esplendor de lo último, su propia radiación interna, esto es, la luz no creada (línea 1); la luz creadora, el resplandor comunicativo del Sol creado, Savitri, la brillantez de Dios viviente que ilumina todo (línea 2); y, finalmente, la incidencia de esta luz divina en nuestro ser, y especialmente en nuestras mentes, haciéndonos refulgentes a nosotros mismos y transmisores de la misma refulgencia y convirtiéndonos en luz: luz desde la luz, esplendor desde el esplendor, singular unidad con la fuente de la luz, no una pesada identidad ontológica sino una cristalina identidad de luminosidad, totalmente transparente. 

Notas del Traductor:

La presente traducción ha sido realizada desde The Vedic Experience, de Himalayanaacademy. 

(1) Existen distintas traducciones y versiones del Gayatri aunque, obviamente, sin diferencias sustanciales. Por ejemplo, si tomáramos palabra por palabra, podríamos traducir como: 

Eso que brilla como el sol es la mejor elección, 
Destructor de pecados, divino, puedes embebernos, 
Luz que puede inspirarnos. 

Y también:

En la Gloria de Savitri, lo más excelente, 
En su divina radiancia, 
Déjanos meditar, 
Puedes inspirarnos
 Con tu Comprensión

En estos casos hemos tomado párrafos de The Great Science and Philosophy of Gayatri, de Shree Ram Sharma Acharya, Shanti Kunj, Hardwaar, Uttar Pradesh, India. 

(2) Aunque sea obvio debemos recordar que en la lengua inglesa hay una distancia muy grande entre heaven y sky, ya que el primero es el cielo paradísiaco, espiritual, mientras que el segundo es el cielo astronómico, físico, matices que en la traducción se pierden. 

(3) En muchas culturas el amanecer y el crepúsculo son momentos de importantes, por no decir de las principales oraciones. Las horas canónicas en el cristianismo medieval incluyen así las Laudes o Matutini, que es al rayar el alba y las vísperas, o las completas según lo casos, que coinciden con el crepúsculo. En la Tradición Cabalista Hebrea existe la Penumbra de la Paloma (la oración matutina) y la Penumbra del Cuervo (la oración vespertina). 

12 diciembre, 2017

La Espiritualidad en el Yoga

Por Prashant Iyengar

Existe algo eterno en nosotros, que no ha nacido, que no morirá, que no sufre ningún cambio, que no transmigra. Este Atman (sí-mismo) se describe bien en el segundo capítulo del Bhagavad Gita: “De él se dice que es inmanifiesto, impensable e invariable. Conócelo, pues, así, y deja de llorar.” (Bhagavad Gita 2.25).

Hay algo que se llama Atman que está dentro de nosotros: “Isvara (Dios) habita en el corazón de todos los seres, oh Arjuna, y por su misterioso poder los hace girar como si estuvieran en una rueda.” “Busca tu refugio solamente en Él, con todo tu corazón, oh Bharata. Por Su Gracia ganarás el asilo eterno de paz suprema.” (Bhagavad Gita 18.61-62).
Dios es inherente a nosotros. El principio trascendental es inherente. Y cuando Dios está en nosotros, esto es avatara rahasya (el secreto de la encarnación). Cuando Dios se manifiesta dentro de nosotros, todos los principios cósmicos están dentro de nosotros. Necesitamos reconocer que todos los principios cósmicos están dentro de nosotros. Los principios metafísicos están dentro de nosotros porque Dios se ha manifestado dentro de nosotros.

Cuando Dios se manifiesta dentro de nosotros es como un inquilino. Ishvarah sarva-bhutanam (el Dios de todos los seres), no reside simplemente; se mueve dentro de cada aspecto de nosotros.
Hemos de reconocer que existe algo dentro de nosotros que es eterno, trascendente. Dios vive en cada ser, junto con cada aspecto de las treinta y tres divinidades. Este inquilino es glorioso, no es solo carne, huesos y sangre sino mucho más. Tiene algo eterno y metafísico, algo inmutable, sin nacimiento ni muerte. No requiere de ningún alimento, de ninguna bebida; es inanimado y no requiere de ningún soporte externo.
“El uno lo considera una maravilla, otro habla de Él como de una maravilla; mas aún habiéndolo oído, nadie lo conoce.” (Bhagavad Gita  2.29).

Si leéis algunos libros de fisiología y de anatomía, ¿Qué os dirán?, que hay diferentes sistemas en el cuerpo, que hay células y neuronas, etc., ¿esto es lo único de lo está hecho el cuerpo? 
Un noventa por ciento del cerebro sigue sin ser explorado por la ciencia moderna. ¿Qué puede saber del ser humano?

Dios se puede definir mediante un paradigma científico. Si una persona tiene una mente científica, entonces lo explicará de acuerdo con ésta. Si es una persona emocional con una consciencia emocional religiosa emergente, será mas receptivo para comprender la definición dentro de un paradigma emocional. Incluso la lógica ha intentado explicar a Dios, probar la existencia de Dios. Si mira dentro del Nyaya Kusumanjali Udayanacharya, éste postula a Dios para las personas temporales por inferencia, porque una persona común no puede percibir a Dios. Como ve, no podemos tener un microscopio que pruebe que Dios está en cada partícula. Así, para la persona común, Dios se explica a través de la lógica, por inferencia. Un número de anumanas (inferencias) son dadas en el Nyaya Kusumanjali sobre los diferentes aspectos del ser humano y también cómo se puede probar a Dios a través de inferencias a las personas que son adversas al misticismo.

¿Qué es, pues, el Yoga? El Yoga es Yoga. No hay un Yoga físico y un Yoga espiritual. Si es exclusivamente físico, no será Yoga. El Yoga refiere a la totalidad; es una unión. Por ejemplo, una vez que consiga desenvolverse en la meditación, no habrá delimitaciones o diferencias entre los componentes físicos, mentales o espirituales. Es una condición unificada. Cuando decimos práctica física, nos referimos al cuerpo, para el cuerpo. Y si existiera algo que fuera una práctica espiritual querría decir desde el alma, para el alma. Pero el alma no necesita de nada; no tiene ni hambre ni sed. Tampoco es una práctica a través del alma porque el alma no hace nada: naiva kimcit karomiti, "No hago nada, piensa el hombre unido a lo divino que conoce la verdad". (Bhagavad Gita  BG 5.8).

Necesitamos saber lo que es una práctica espiritual y esto es una gran equivocación. No puede hacer nada para el alma, el alma no es la forma abreviada de nada, así que no hay nada que sea una práctica espiritual. El significado de adhyatma sadhana no es "práctica espiritual", sino más bien "algo hecho para la totalidad del ser de manera que el alma toma consciencia de sí misma". Adhi bhuta (la entidad perecedera), adhi-atma (el alma), adhi-daivika (el gran ser cósmico): todos tienen el prefijo adhi. 
La práctica física solo puede limpiar y despertar nuestra sutileza hacia esto. Es una forma de evolución. 
Qué podría significar para una persona que no tiene ninguna relación con el Ganges decir, "Trae un poco de agua del Ganges". ¿Cómo la traería? Cogería un recipiente, lo sumergiría en el Ganges y le traería el agua. Pero una persona que conozca el significado del Ganges haría lo mismo de manera muy diferente. 
El modo en que una persona efectúa su práctica de asanas o de pranayama es también un nivel de evolución. Si decido hacer asanas para mi cuerpo, las haré con la limitación de que son para mi salud y para el bienestar del cuerpo, es como coger agua del Ganges. Pero para una persona que ha despertado espiritualmente, una persona que tiene una conciencia espiritual y religiosa, que sabe lo que el Ganges es, de dónde proviene, el modo en que cogerá el agua de este río será completamente diferente. Es una evolución que acontece dentro de ustedes a través de su actitud en la práctica de asanas. 

Empecé a hacer asanas solo como una mera práctica física para el cuerpo. Pero cuando llegó el conocimiento, llegó también la realización, y el acto en su conjunto fue diferente. Puedo pedir a alguien: "Tráeme el Bhagavad Gita". Entonces irá a la librería, comprará una copia, la envolverá con papel y me la traerá. No sabe lo que es el Bhagavad Gita. Pero alguien que sí sabe lo que el Bhagavad Gita tendrá una manera diferente de adquirirlo y traérmelo. Lo que el Gita significa para él y lo que yo significo para esa persona es muy importante y decidirá el modus operandi de cómo lo estoy haciendo. Se refiere a qué implicación tenemos con respecto a lo que estamos haciendo; no son solo técnicas. La evolución a la que concedemos espacio en nuestra consciencia, determinará cómo continuamos implicándonos en nuestra práctica.



Lord Krishna



Yoga es el estado en el que el alma reside en su propia naturaleza.
El Yoga ha de facilitar svadhyaya (estudio del sí-mismo). Necesitamos adentrarnos en nosotros mismos y explorar, capa por capa, qué es nuestra mente, qué es nuestra psique, qué es nuestra consciencia. El Yoga en sí mismo es un viaje hacia el interior. Debe entrar en su casa, debe entrar en su habitación privada, debe ir al interior, si no, no es Yoga. 

He de ir a mi propia casa y explorarla aún siendo fea. El Yoga es un viaje al interior en el que explora su mente, su conocimiento, su consciencia, su conciencia. Mi casa puede estar sucia, pero a través de la tecnología yóguica no solo se purifica sino que se neutraliza. Un santo no se quejará nunca de su propia casa. Así, cuando practicamos Yoga tratamos de hacerlo en un estado libre de dualidad mental, que llamamos tathastha-vritti (mente equilibrada o literalmente, mente neutral). Con una mente neutral no descubriremos nunca nada sucio cuando exploramos nuestra propia casa. El santo no ve ningún vicio en el mundo a causa de su vaisnava drishti (aliento divino, emanación de Visnu), de su Brahma drishti (emanación de Brahma).

La Filosofía es parte del Yoga

No cabe duda que para solucionar y resolver los problemas fundamentales que el hombre se plantea, en primer lugar habrá que sentirse inclinado a reflexionar y amar la indagación filosófica. En cierto modo todos nos hacemos preguntas a cuestiones fundamentales, y todos buscamos la misma plenitud y libertad; sin embargo, muy pocos otorgan a esta búsqueda una prioridad de primer orden que nos haga comprometernos de forma asidua.

El adepto al Yoga conoce los beneficios de la práctica de asana (posturas) y pranayama (control de la respiración), sin embargo puede que descuide el aspecto filosófico que el sistema de Yoga incluye dentro de su enseñanza.




Podemos llegar al Yoga por diversos motivos de salud, de bienestar físico o mental, pero en última instancia, el Yoga es una vía de autoconocimiento en el sentido amplio de la palabra. Y el autoconocimiento implica indagación, investigación, una mente inquisitiva. El autoconocimiento no puede tener lugar sin una investigación e inquisición de naturaleza filosófica.

Existen varias razones por las que el adepto al Yoga no se inicia en este estudio de naturaleza filosófica:

  • Los profesores de Yoga no recibimos una formación completa e integral. En el mejor de casos la educación recibida en los cursos de formación se limita a leer de pasada uno o dos textos. Sin embargo no hay énfasis en la importancia que tiene la asimilación del mensaje ni en el detalle del estudio, y tampoco en la exigencia requerida al futuro profesor. Esto se traduce en que el profesor de Yoga no incluye en sus programas anuales una porción de su tiempo al estudio filosófico. Un estudio tradicional incluye la recitación de los textos en sánscrito y el estudio analítico y gramatical – palabra por palabra y verso por verso – de los textos. Esto no es una exageración, es lo normal en la Tradición, especialmente en el estudio de Vedanta. Esto requiere un profesor competente que conoce el método de enseñanza tradicional. ¿Cuántos profesores pueden enseñar de forma tradicional fuera de India?
    .
  • No se incluye ni se fomenta el estudio e investigación filosófica en los programas de certificación de profesores. No hay ni motivación ni estímulo porque simplemente no se comprueba ni se mide el grado de desarrollo y madurez de la compresión filosófica. Hay una excesiva preponderancia de la técnica y de la investigación “experiencial”. Así, el profesor que busca mayor nivel de certificación no tiene necesidad de preparar esta investigación. Los examinadores de cada nivel de certificación no lo van a solicitar. El resultado es que la certificación no es un mecanismo que establezca las bases de unos profesores preparados y cualificados, filosóficamente hablando. 

  • Es raro encontrar centros de aprendizaje y centros de Yoga que ofrezcan una educación integral y completa. Si una persona desea estudiar filosofía occidental tiene a su disposición bastantes recursos. Puede matricularse en numerosas universidades y programas. Hay muchos docentes y personas cualificadas. Sin embargo, si se quiere estudiar Filosofía del Yoga o Vedanta. ¿Dónde acude un estudiante o un profesor?
    Lo normal es acudir a instituciones de enseñanza en la India o a profesores o centros adscritos a esos centros de la India. Incluso una persona doctorada en Filosofía del Yoga o un académico versado en la materia no es garante de conocer bien el tema si no conoce la Tradición y no tiene contacto con un maestro tradicional. No se trata de una investigación meramente académica y que uno pueda estudiar con libros en una biblioteca. Se necesita la figura del maestro y el conocimiento del método de enseñanza.
    .
  • Hay númerosos prejuicios y creencias que otorgan a la investigación filosófica un objeto de estudio nebuloso y especulativo. Estas nociones injustificadas se traducen en el asentamiento de fuertes creencias en los alumnos y en los profesores, y tiene como consecuencia que se rechace o se descarte el estudio filosófico como algo que es parte del sistema. Si el Yoga solo estuviera centrado en la “experiencia”, ¿por qué hay decenas de libros clásicos dedicados a la materia? 

    En este sentido se siente el auge y la influencia excesiva de las ciencias experimentales y exactas, y las corrientes positivistas de los últimos siglos. Existen nociones y valores confusos sobre la experiencia y el conocimiento filosófico, sobre lo que puede proporcionar la “práctica” y la “experiencia”. Sobre los medios de conocimiento, los conceptos de “Filosofía” y “Ciencias” y sus objetos de estudio. Estas cuestiones no se van a resolver si no se analizan con detenimiento. 

    Por ejemplo, la clasificación Aristotélica de “Filosofía” parece haber caído en el olvido, pero recordemos que hasta el siglo XIV y sobre todo a partir del XVI no había diferenciación tan clara entre “Ciencia” y “Filosofía”. La Filosofía era idéntica a la Ciencia, abarcando todo el conjunto de conocimientos humanos, distribuidos en conformidad con la diversísima variedad de sus objetos. La filosofía se ocupaba de estudiar la realidad en su conjunto. 

    Si Aristóteles, Platón o Santo Tomás de Aquino observaran la distinción que hoy se hace se llevarían las manos a la cabeza. Se quedarían atónitos al ver a los estudiantes de Yoga justificando sus alegaciones de la “experiencia” sensible y la “vivencia” como el instrumento de conocimiento fiable y exacto. 

En resumen, estas razones impiden que el alumno o profesor puedan comenzar o avanzar en su investigación. Al igual que se hace un estudio detallado y pormenorizado de la técnica y de las soluciones terapéuticas, ¿no se debe hacer también un estudio con igual detalle y rigor de la Filosofía? Para el estudio de la técnica en asana y pranayama somos papistas, fundamentalistas y ortodoxos, y sin embargo en en el asunto filosófico predomina el desinterés, la falta de recursos y la anestesia. ¿Dónde está la integridad y la sinceridad en la búsqueda y presentación de esta gran enseñanza?

Fuente:
Artículo de Oscar Montero en su sitio web Vedanta Tradicional, el Yoga de la Objetividad.
http://oscarmontero.com